top of page

Cada quien tiene derecho al libre albedrío...

  • Jorge De Freitas
  • 14 feb 2015
  • 3 Min. de lectura

A veces, cuando tenemos en mente un proyecto, sea a corto, mediano o largo plazo, hay gente a nuestro alrededor que nos dice que “el tiempo de Dios es perfecto”; pero, si nos sentamos a analizar esa aseveración tan usada, pueden surgir muchas interrogantes, como: ¿cuánto tiempo se tomará Dios?, ¿por qué nuestra meta se basa en el tiempo de Dios y no en el mío?, ¿y si no creo en Dios?..., en fin, muchas personas creen fielmente que la situación que acontece es simplemente obra del señor, sea ésta positiva o negativa. Sin embargo, yo considero que las personas usan frases como: “el tiempo de Dios es perfecto” o “todo pasa por una razón”, para no aceptar a ciencia cierta lo que ocurre, sino omitir su angustia y así poder continuar con su vida esperando que nada le afecte.


Otro aspecto importante que debemos resaltar, es el llamado “espera a que las cosas pasen como tengan que pasar”. Básicamente, las personas creen que es mejor dejarle al destino el trabajo de luchar por sus propias metas, y éstas, quedan subordinadas por las creencias de que cuando ocurre algo bueno o malo, es porque así tuvo que ser. Muchas veces nuestro sistema nervioso recibe una sensación de casualidad sobre algún evento ocurrido donde no se esperaba que fuera a pasar, o que ocurre de manera distinta a la pensada; estas situaciones nos hacen pensar si debemos seguir nuestro camino o tomar otro cauce, y es ésta decisión la que nos permite evaluar quién es más importante, nuestra meta o el destino. Me pregunto qué pasa por la mente de las personas que esperan por él… Destino, un término que la mayoría de los seres humanos define como algo imprescindible para la vida, pero, ¿qué sucede cuando dejamos de afianzar las creencias en nuestras aptitudes y actitudes, y las dejamos en manos del destino?, en pocas palabras, estaríamos forzados a su voluntad y amarrados a no poder escoger nuestro propio camino, de tal manera que nuestras metas se vean bifurcadas hasta el punto de desaparecer.


Existen cosas inexplicables que nos pasan y que de alguna manera nos asombran debido a su carácter de casualidad, como por ejemplo, la posibilidad de comprar una casa donde siempre quisimos, conocer a alguien mientras trotamos, entre otras circunstancias que aparecen de improvisto y que no esperábamos, al menos en nuestro consciente. Pero, ¿significa entonces que nuestra vida está marcada por la casualidad, o simplemente el universo conspira para que la causalidad sea el factor por el que algo o alguien llega a nuestras vidas? Debemos tener una mente abierta y receptiva para este tipo de situaciones, permitiéndonos pensar de la manera más racional posible la causa de los obstáculos que nos rodean y no llevar siempre una actitud predispuesta para contrarrestar las emociones.


Es difícil comprender si las situaciones improvistas están marcando nuestra vida a través de casualidades o causalidades, pero no debemos tampoco no pensar que ambos términos no existen. Si bien es cierto que la causalidad es algo lógico, es decir, toda causa genera un efecto; entonces, la casualidad es aquello que nuestro inconsciente trata de comprender como una situación favorable o desfavorable para nosotros, pero que de alguna manera somos responsables, pero, ¿cómo podemos ser responsables de algo que no controlamos?


Cada quien tiene el derecho al libre albedrío…

“Dicen que el tiempo lo cambia todo, pero eres tú quien debe cambiar las cosas.”

Andy Warhol

“Dicen_que_el_tiempo_lo_cambia_todo,_pero_eres_tú_quien_debe_cambiar_las_cosas.”

 
 
 

Comments


Posts destacados
Posts recientes
Archivo
Búsqueda por etiquetas
Síguenos
  • Grey Facebook Icon
  • Grey Twitter Icon
  • Grey Instagram Icon

© 2015 José Parra | Coach PNL - Comunicación Efectiva - Liderazgo Integral | Todos los derechos reservados.

  • Grey Facebook Icon
  • Grey Twitter Icon
  • Grey Instagram Icon
bottom of page