Principio 90/10
- Coach José Parra
- 3 jun 2015
- 3 Min. de lectura
Algunos realmente no creen que la diferencia fundamental para tener un día redondo sea la actitud. Si te das cuenta, cada individuo tiene en la mano la llave para decidir qué puerta abrir, dispone de la autoridad para elegir y eso le hace tremendamente poderoso y también temeroso, pues ya sabe que sólo en una pequeña parte podrá responsabilizar a otros de sus emociones, el resto depende de sí mismo.
Cambiemos la frase “el mundo me trata mal” a “elijo determinada opción en este momento”. Para entenderlo mejor he acá el principio 90/10.
Partamos asimilando el hecho de que nosotros no tenemos control sobre el 10% de las cosas que nos suceden, en este sentido, no podemos evitar que el carro se descomponga, que el avión llegue tarde, lo cual traerá como consecuencia un cambio significativo en nuestros planes. Sobre este 10% es el que no tenemos control, el 90% restante lo manejamos nosotros. ¿Cómo?, con nuestra reacción a cada evento y la decisión que de ello tomemos.
Por ejemplo:
Estás desayunando con tu familia. Tu hija tropieza tu taza y derrama café sobre tu camisa que usarás para el trabajo. Tú no tienes control sobre lo que acaba de ocurrir, en cambio, lo siguiente que suceda será determinado por tu reacción.
Tras el hecho regañas severamente a tu hija, lo que hace que ella se ponga a llorar, volteas a ver a tu esposa y la criticas por colocar la taza demasiado cerca de la orilla de la mesa, y así continúas una batalla verbal, vociferando infinitas cosas mientras vas a cambiarte de camisa. Finalmente estás cambiado y mientras tu hija sigue tomando su desayuno entre el llanto, esto hace que pierda su autobús al colegio y tu esposa debe irse inmediatamente a su trabajo, por lo que debes llevar a tu hija a clases, la cual al llegar a su escuela se baja del auto y no se despide de ti. Llegas a tu trabajo 20 minutos tarde y te percatas que has dejado tu maletín en casa. Para ti tu día ha empezado mal y probablemente concluya peor, por ende ansías llegar a casa.
Al llegar a casa, la relación con tu esposa e hija es distante. ¿Por qué?, por tu reacción en la mañana.
Ahora bien, ¿por qué tuviste un mal día?
Por el café
Por tu hija
Por dejar el maletín
Por tu esposa
Por tu reacción
La respuesta correcta es la “e”.
Como ya he dicho anteriormente, tu no tenías el control sobre lo que pasó con el café, sin embargo, sobre tu reacción sí.
Ahora miremos cómo pudieron haber salido las cosas si la reacción hubiese sido otra:
Tu hija derrama el café sobre tu camisa y seguido a ello le dices de forma gentil: “tranquila hija, solo debes tener cuidado la próxima vez”. Vas y te cambias de camisa, tomas el maletín, ves por la venta como tu hija sube a su autobús del colegio y se despide de ti.
¿Notas la diferencia?
Dos escenarios diferentes, que iniciaron igual y terminaron diferentes.
Acá tienes algunas formas para aplicar este 90/10
Si alguien te dice algo negativo sobre ti, no lo tomes muy a pecho.
Deja que el ataque caiga como el agua sobre el aceite.
No dejes que los comentarios negativos te afecten.
Reacciona apropiadamente y no arruines tu día.
Una reacción equivocada pudiese resultar en la pérdida de un amigo, trabajo o pareja.
Ahora ya conoces este excelente principio. Aplícalo y quedarás maravillado de los resultados. No perderás nada sino lo intentas.
¡Cambia tu vida!

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