En una sociedad donde hacen falta muchas cosas por hacer, emprender es el camino.

Para nadie es una mentira que actualmente nuestro país atraviesa por un momento de retos y sobrevivencia, y la historia, así nos lo ha demostrado en otras latitudes, donde países han pasado por problemas salubres, sociales, culturales, étnicos, económicos, entre otros. Pero bien he dicho anteriormente, se tratan de momentos donde enfrentamos retos y demostramos la capacidad de sobrevivencia, todo esto, con la finalidad de fortalecernos individualmente y en última instancia como sociedad.

La juventud venezolana ha venido dándole la vuelta a la situación actual para poder decidir qué rumbo tomar. Ciertamente, muchos han decidido emigrar y adentrarse en nuevos proyectos, pero fuera de su país. Muchos otros, nos mantenemos en Venezuela por diferentes razones, algunos, quizás porque no tienen los medios económicos para salir, otros, porque sencillamente siguen apostando a esta tierra. Son éstos últimos los que en su mayoría han optado por el camino del emprendimiento, de ir más allá de un puesto de trabajo en una oficina, para brindarle a la sociedad actual soluciones a sus problemas.

El emprendimiento más que una moda, es una forma de crecer, y, ¿por qué no?, es una reacción a la situación que se vive. No obstante, emprender no es cuestión de sentarse a jugar y armar una torre de lego. Ser un emprendedor es sinónimo de compromiso, de vocación, de responsabilidad, de madurez y sobre todo, de ganas de salir adelante. Por eso, si tu modelo de vida parte de un emprendimiento, no tengo la menor duda que lograrás el éxito en ello, siempre y cuando cumplas a cabalidad con lo que te has planteado.